Salmorejo Cordobés
Hecho a base de tomate, pan y aceite de oliva, el salmorejo es una crema fría y cremosa que se ofrece como entrante en todos los bares, tabernas y restaurantes cordobeses. Es quizá la tapa más típica de la ciudad y su preparación es muy sencilla: Se parten unos 300 gramos de pan y se maceran en aceite de oliva virgen extra. A esta mezcla se le añade 1 diente de ajo, sal y 1 kilo de tomates rojos previamente pelados; A continuación se tritura todo. La masa resultante se cuela y se sirve acompañada de trocitos de jamón y huevo duro.
Este plato tan típico fue en el año 2009 motivo de la constitución de la Cofradia gastronomica del Salmorejo Cordobes con el objetivo de promocionar la provincia y la ciudad de Córdoba, a través de su gastronomía.
Boquerones en Vinagre
Los Boquerones en Vinagre suponen otra tapa obligada en Córdoba, donde el consumo de pescado también es protagonista. La preparación de este plato requiere más de un día, puesto que los boquerones se dejan en vinagre para que tomen su sabor. Por lo demás, no tiene apenas dificultad: Consiste en limpiar y quitarle la espina a 1/2 kilo de boquerones, lavándolos tres veces escurriendo el agua hasta que quede clara. Se colocan en una fuente con agua y se añade un buen puñado de sal durante 25 minutos. Más tarde, los volvemos a enjuagar, escurrimos el agua y les añadimos vinagre de vino hasta que los cubra. Dejarlos 24 horas en el vinagre y posteriormente, escurrirlos de nuevo y colocarlos en una fuente agregándole perejil, ajos crudos picados y una cebolla en juliana. Se aconseja rociar los boquerones con un poco de aceite de oliva virgen extra .
Rabo de Toro
Este es uno de los platos que dan fama a la gastronomía de Córdoba, ciudad de gran tradición torera. Se sirve como segundo plato y acompañado generalmente de patatas fritas. Para preparar Rabo de Toro se fríen primeramente dos cebollas picadas en aceite de oliva virgen extra. Una vez hecho esto, se añaden dos rabos de toro limpios y troceados junto con tres tomates, tres pimientos verdes, cuatro zanahorias y tres cabezas de ajo (todo también picado). Agregar también un poco de pimentón, azafrán en hebra, pimienta en grano y sal. Rehogamos durante veinte minutos al fuego sin tapar y seguidamente añadimos medio litro de vino blanco Montilla-Moriles, para dejarlo cocer a fuego lento sin destapar hasta que la carne esté tierna. Se aconseja no servir este plato recién guisado, debiendo reposar durante dos horas como mínimo.
Flamenquín de Jamón Serrano
Otro plato imprescindible de la cultura gastronómica cordobesa es el Flamenquín de Jamón Serrano. Su preparación es también bastante sencilla: En unos filetes de lomo de cerdo cortados muy finos, los cuales aplastamos bien para que queden muy delgados, colocamos tiras de jamon serrano no muy curado y los enrollamos. Pasamos cada rollo por harina, huevo batido con sal y pan rallado y los freímos en abundante aceite de oliva. Se sirven normalmente acompañados de mayonesa casera y patatas fritas.
Pastel Cordobés
Es en la elaboración de dulces y pasteles donde la influencia árabe es más evidente. Dulces tan típicos como los Alfajores, los Pestiños o el Pastel Cordobés, hunden sus raíces en las recetas de la antigua cocina andalusí. El Pastel Cordobés es el postre más característico de esta ciudad y consiste en una masa de hojaldre rellena de cidra confitada llamada "cabello de ángel". La superficie del pastel está cubierta con trozos de almendras tostadas y espolvoreada con polvo de azúcar y canela. Hay pasteleros que además le introducen pequeños trozos de jamón ibérico de la tierra.
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