martes, 10 de junio de 2014

El clima en Cordoba

Clima Córdoba. Hablar del clima en Córdoba es hablar de excelentes temperaturas durante todo el año. Además de su bella primavera plena de color, el suave invierno y la calidez del otoño hacen de Córdoba un destino único e inolvidable.
El clima en Córdoba. El clima de la ciudad tiene influencia mediterránea, aunque con las características especiales del clima continental en la medida de que está alejado de la costa, lo que provoca grandes oscilaciones de temperatura a lo largo del día.

También influye en la climatología el relieve especial de Córdoba, debido a su baja altura sobre el nivel del mar. La temperatura media anual es una de las más altas de españa: 17.5 grados.

El clima en invierno es suave en Córdoba, una estación ideal para disfrutar de los paseos por el casco antiguo y visitar sus milenarios  monumentos y plazas. En muy escasas ocasiones la temperatura baja de 0 grados, y las nevadas constituyen un fenómeno inusual y anecdótico, para disfrute de los cordobeses y de sus visitantes.

Las precipitaciones llegan de forma irregular entre los meses de noviembre y marzo, aunque no es una regla fija,pues a veces los inviernos son muy secos. La media de días despejados y soleados es de 145 al año y de 75 los días nublados.

Córdoba inicia la temporada alta en primavera. A partir del mes de marzo, las temperaturas inician su escalada y nos regalan un ambiente agradable y sensaciones inolvidables.

Córdoba es la ciudad de la primavera, de los jardines en flor, del aroma de azahar por las aceras, de las procesiones en la Semana Santa esparciendo olor a incienso, de la Fiesta  de las Cruces y de los Patios de Mayo, de la Feria de la Virgen de la Salud y de las corridas de toros...

Córdoba en primavera, una experiencia inolvidable.

El verano en Córdoba es caluroso y seco, sobre todo en los meses de julio y agosto, donde el termómetro suele superar los 27 grados y llegar hasta los 40. Pero incluso en esas ocasiones, el clima de Córdoba nos invita a disfrutar de algo muy tradicional en Andalucía: la siesta, un descanso casi obligado en esas horas centrales del día, cuando el calor se hace sentir.

Después, al caer la tarde, las temperaturas bajan considerablemente y es el momento en que las terrazas de los bares y tabernas que pueblan las aceras y plazas se llenan de ambiente y de música, de tapas y de vino de Montila-Moriles.

En otoño el clima ofrece a Córdoba una segunda primavera. En el mes de septiembre, las temperaturas se suavizan y la ciudad regresa a su ritmo habitual: las callejas de la Judería se pueblan de visitantes, los balcones y patios rebosan de flores , colores y aromas, y las visitas nocturnas a la Mezquita  o el Alcazar de los Reyes Cristianos se llenan de musica , luz e historia .

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